- Cortar los alimentos en trozos pequeños o esparcirlos por el plato en lugar de comerlos
- Hacer más ejercicio de lo habitual o obsesionarse con ello
- Ir al baño inmediatamente después de las comidas
- Ingestas abundantes de comida cuando no hay nadie en casa o por las noches (desaparición de comida en nevera o despensa)
- Negarse a comer acompañado (familia, amigos, pareja, etc.)
- Uso de fármacos para orinar (diuréticos), ir de vientre (enemas y laxantes) o que disminuyan su apetito (pastillas para adelgazar)
- Piel más bien amarillenta o manchada, reseca y algunas veces cubierta de un fino vello
- Pensamiento confuso o lento, mala memoria o momentos de confusión
- Uso de ropa ancha o conflicto con las prendas de vestir habituales
- Depresión o estado depresivo
- Boca seca
- Sensibilidad extrema al frío
- Atrofia muscular y pérdida de grasa corporal
- Disminución de la actividad social
Anorexia y Bulimia: ¿Cómo reconocer un trastorno alimentario en tu hijo/a?
Los trastornos de conducta alimentaria tienden a ser una sorpresa para los padres, y muchas veces puede pasar bastante tiempo hasta que se identifica la problemática y se hace patente el nivel de gravedad. Es uno de los trastornos más escondidos por las personas que los sufren, y pueden mantenerse en secreto durante mucho tiempo.
Es por ello que queremos dedicar este post a proporcionaros información básica sobre algunas de las señales indicativas de que vuestro hijo o hija puede estar sufriendo un trastorno alimentario: