Muchas veces se dice que para que tener una buena relación de pareja la comunicación es lo más importante. Y es cierto, pero cada uno tenemos una percepción diferente de qué es una buena comunicación. En gran parte esto dependerá de como vimos que se comunicaban nuestros padres: qué aprendimos que se podía decir y qué vimos que no se podía decir. Es importante darse cuenta de qué emociones se expresaban en casa, y cuáles no. Probablemente repetiremos algunas de estas dinámicas y tendremos nuestras dificultades a nivel comunicativo de forma parecida a la de nuestros referentes.
Unos pensarán que con sus parejas ya hablan los suficiente y otros que deberían hablar más. La comunicación va más allá de si se habla o no se habla. La comunicación tiene más que ver con lo que se dice y cómo se dice.
Hay muchas áreas dentro de una relación de pareja donde la comunicación se vuelve un elemento central y la sexualidad es una de ellas. Es aquí donde lanzamos la siguiente pregunta:
¿De qué manera te comunicas con tu pareja sobre vuestras relaciones sexuales?
En el sexo y la sexualidad es muy importante poder aproximarnos a nuestra pareja a través de una comunicación real. Cuando decimos comunicación real, no nos referimos a ser muy muy sinceros. Sino a poder comunicar cuáles son mis gustos, mis preferencias, poder decir aquello que no me gusta y poder reformularlo a lo largo del tiempo.
¿Qué aspectos podemos tener en cuenta para la comunicació sexual?
- La sexualidad se transforma. A lo largo de nuestra vida nuestra sexualidad y nuestras preferencias, de forma natural cambian. Es por ello que no nos van a gustar las mismas cosas a los 15, a los 35, que los 60 años. Por este motivo, actualizar con nuestra pareja aquello que nos gusta es importante. Ya que aquello que nos podía gustar practicar con nuestra pareja al inicio de la relación, puede que al paso de los años, ya no nos guste o nos gustaría practicarlo de otra manera.
- ¡Cuanta menos vergüenza mejor! Abrirnos al otro nos puede hacer sentir muy vulnerables, la mayoría la sentimos cuando la cosa trata de abrirse a los demás. Pero si superamos esa barrera, ese miedo de fondo a ser juzgados si nos mostramos, podemos conseguir hacerle llegar al otro lo que nos gusta, en definitiva nuestra esencia.
- La sexualidad es un hecho natural en cada ser humano. Valida tus gustos, tus preferiencias y tus fantasías. El explorar lo que nos gusta y poder expresar aquello que deseamos construye nuestro ser sexual.
- Compartir con otro lo que nos gusta o con lo que fantaseamos no significa que quiera practicarlo. Pero es una forma de que nos conozca, de compartir una parte que existe en nosotros/as y que está bien así como es, aunque el otro no la comparta.
- Evitar los conflictos o dejar de hablar aquello que pensamos que puede acabar molestando al otro, no hace que desaparezcan. Mejor abrir los temas que necesitemos tratar a tiempo y no acumular. El no expresarle al otro nos puede acabar generando frustración, enfado y la mayoría de las ocasiones acabamos perdiendo el hilo de aquello que realmente nos molestaba o incomodaba y se acaba trasformando en otra cosa, a menudo bastante lejana a lo original.